Para presentar la película a los premios Goya era necesario que hubiera estado en cartel al menos una semana en alguna ciudad española antes del 30 de noviembre. No teníamos nada que perder así que metimos la copia en el maletero del coche y nos fuimos a Valladolid donde el propietario de los cines Casablanca se había ofrecido a proyectarla. El 18 de noviembre se estrenó allí con la presencia de la familia de Carlos Lucas radicada en la capital castellana. Cumplido el trámite, tiramos quinientas copias en VHS, nos dedicamos una tarde a ponerles una pegatina con el título y las empaquetamos con la siguiente circular:
Estimado miembro de la Academia:
Recibe Vd., junto con la presente, una copia en vídeo de Justino, un asesino de la tercera edad, ópera prima de La Cuadrilla, producida por José Mª Lara.
A pesar de que, posiblemente, no haya tenido Vd. aún ocasión de ver la película, puede considerarse afortunado ya que ha sido uno de los seleccionados para poderla contemplar en su casa, cómodamente y a tiempo para emitir su voto para los Goya ’94.
Esta cinta viene de muy lejos. Algunos la han tenido en sus manos y han corrido suertes bien distintas. Un conocido director la vio con cariño y al año siguiente fue nominado para el Oscar. Un actor famoso la dejó olvidada encima de una estantería y ahora sólo hace figuraciones… sin frase.
Haga 10.000 copias y envíelas a sus amigos más íntimos. Un productor emprendedor aprovechó el videocasete para grabar encima una de sus películas. No envió las copias y días después apareció inexplicablemente apuntillado.
Cordialmente, La Cuadrilla