atilano y españa por la puerta de atrás

la cuadrilla

Un día, como una broma, dijimos que íbamos a hacer una trilogía. Nos hubiera gustado rodar no tres, sino diez películas sobre la “España por la puerta de atrás”, pero sin que nosotros nos hayamos casi dado cuenta resulta que España es Europa. No sabemos qué habrá al otro lado del arco de triunfo que dibujan para nosotros, lo que sí es seguro es que con Atilano, presidente dimos por concluido un ciclo.

Entre la concepción de Justino y el estreno Atilano pasó un lustro. La edad nos ha hecho ganar unas cosas y perder otras: hemos ganado barriga y hemos perdido pelo. Que esta constatación de una ley biológica nos haga mejores es más que dudoso.

Atilano tenía nuestra edad. Seguramente es por eso que nos sentimos más cerca de él que de sus hermanos. También nosotros, como él al final de la película, nos vemos solos en el cementerio pero agarrándonos a la certeza de que, al menos, seguimos vivos. Qué más podemos pedir.

No obstante, el balance es positivo. Hemos hecho tres películas con las que íntimamente nos sentimos a gusto y no hemos arruinado a nadie.
Siempre nos queda la botella. La industria del cine sobrevivirá sin nosotros pero es más que dudoso que la de la hostelería pudiera hacerlo.