Científicos chiflados, mexicanos salidos de un episodio de Speedy González, saltadores de trampolín convertidos en monstruos anfibios, encapuchados que levitan, pasteleros que dedican una convención a tirarse tartas a la cara y el genio del mal, Fu-Manchú, trasplantado a un universo psicodélico, son los antecedentes del puntillero Justino, el juez de línea Matías y el presidente Atilano.
Esta es la obra cortometrajística en 35mm de La Cuadrilla antes de convertirse en La Cuadrilla:
Cupido se enamora (Escuadrilla Lafayette, 1983)
Un gobernador huracanado (Cuadrilla Doroteo Arango, 1984)
Pez (Cuadrilla Luisguridi, 1985)
Shh… (Escuadra Cobra, 1986)
Tarta-Tarta-Hey (Escuadrón Suflé, 1987)
La hija de Fu-Manchú ’72 (Cuadlilla Amalilla, 1990)
… y el epílogo:
Justino se va de farra (Los Bolingones, 1998)