Justino, un anciano recién jubilado como puntillero de una plaza de toros, ha descubierto una manera provechosa de ocupar su tiempo de ocio sin olvidar su antigua profesión. Su amistad con Sansoncito –un almohadillero- se va entretejiendo con una carrera criminal poco común. Sus tropelías le hacen reintegrarse en la sociedad, en lugar de marginarlo. Aunque su móvil no es el dinero, ha encontrado una manera fácil de conseguirlo.